Domingo, 20 de octubre 2019, V Pulmón de Acero y una vez más el pronóstico para esta martxa es de lluvia, solo ha habido una edición en la que hizo un día perfecto, que fue el año pasado y es el único año que yo no la pude hacer, así que le daré una oportunidad más al año que viene y si no, está claro que la gafe soy yo ¡jajaja!
7:30 AM suena el despertador y piensas, igual no han acertado y no llueve. Levanto la persiana y no, no se han equivocado, llueve y bastante. ¡ale! ¡no lo pienses y tira para Barakaldo. De camino allí, me doy cuenta que me he olvidado el botellín, pero bueno, con lo que llueve hoy líquido no nos va a faltar. Llego al frontón de Lasesarre de donde saldremos y allí están ya algunos compañeros barakabikers, ¡oye!, todos con una sonrisa como si hiciese un día de verano, y es que una vez dado el paso de ir alli, ¡esa es la actitud!. Si no, nos hubiésemos quedado en la cama. Nuestro compañero Claudio me consigue un botellín. ¡gracias majete!. Aparece Gaizka F., otro compi Baraka Bike, y su aita, que había bajado a vernos porque le habían dicho que había epidemia por allí y quería verificarlo, pues ya ves que somos bastantes. Y eso que por las condiciones climatologías tomamos la salida menos de los inscritos.
9:00 AM ¡y esto empieza! Hoy el terreno va a ser complicado y el reto es llegar a meta sin lesiones. Salgo en la zona de atrás, que ese suele ser mi sitio, y empezamos a rodar para salir de Barakaldo,por el Megapark, Retuerto… Me despido de mi amiga Susana, ¡gran endurera!, en las subidas se queda atrás, pero bajando me deja a la altura del barro y con 15 años más que yo, a ver si con su edad consigo hacer lo que hace ella.
Llegamos a Gorostiza y empezamos a subir. Un voluntario me dice ¡vamos, que ya lo tienes hecho!. Inciso: a ver, señores voluntarios, vale que cuando ya llevamos muchas martxas hechas sabemos que cuando a mitad de la martxa nos decís ¡venga, que ya es todo bajada!, sabemos que es mentira, ¡jajaja!, pero decir nada mas empezar que ya lo tienes hecho, eso sí que es animar.
Seguimos poquito a poco para arriba y empiezan los 10 km de crono escalada. Llegamos a Saratxo y nos metemos a la izquierda por el camino que llaman «atajo», ahí, a parte de la lluvia, empieza a estar presente el barro y buenos charcazos, en los que sí o sí hay que pasar por medio y no dejar de pedalear para no quedarte en medio. Consigo librar en todos !uueehhh! y llegamos a una subida un poco dura donde sabemos que al final un voluntario nos da gominolas. Así que te motiva para dar un arreón y llego arriba a por mis dos ositos de gominola que me había ganado, ¡buah! Me supieron a gloria, iba saboreándolos sin querer tragarlos mientras seguía pedaleando. Seguimos en el tramo de la crono escalada y cuando ya queda poco, se empieza a oír una batucada. ¿pero que ha montado este hombre? Me estaba imaginando como lo de la primera edición que había un barco de vikingos en el cortafuegos del Eretza, pero no, esta vez era un pedazo altavoz entre los matorrales, ¡oye! pues daba unas fuerzas de la leche para el último arreón de la crono, ibas pedaleando a ritmo de batucada. Y llegamos al avituallamiento del cortafuegos.
Acaba la crono, un poco de refrigerio, una barrita y ahora toca empezar los senderos de bajada. Nos metemos en el bosquecillo, empiezo bien pero llega un momento que tengo echar pie a tierra, aquello se convierte para mi en una pista de patinaje. Aparece Cristian de Gravity Riders, ¡madre mia! eso si que es bajar y no lo que hago yo, que envidia verle. Llegamos a pista y bajando ya el frío empieza a hacerse notar, la lluvia constante a esas alturas hace que ya vaya empapada. Pensaba que no iba a decir nunca esto pero estaba deseando que llegase una subida para entrar en calor. Llega un sendero asequible para mi, ahora sí, a disfrutarlo. Paso por varios voluntarios que conozco, Angel, Eufri, Jesús y mi hermano: ¿como has tardado tanto? es que hoy me lo estoy tomando con tranquilidad, pero vamos, que tampoco hay mucha diferencia de cuando no me lo tomo así. Voy para abajo,nos vemos en meta!. Llego al cruce de Burzako, ya la cabeza empieza a pensar en querer acabar, un voluntario le está explicando a otra chica que para no bajar los últimos senderos tiene la opción de tirar por la izquierda, por la pista y a mi me dice que puedo hacer lo mismo, lo que queramos. Decido seguirla por la pista porque por el otro lado ya lo conozco e iba a tener que echar pie a tierra. Hoy no es el día de intentarlo. Llego al Regato y ahí, ya es rodar por carretera, eso ya es fácil, así que ahí si puedo apretar. Antes de llegar a Lutxana vuelvo a oír música, focos, animación, ¡vamos! !ahora sí, esto ya esta hecho señor voluntario ¡jajaja!
Llego a meta y allí están mis compis barakabikers que ya les ha dado tiempo a ducharse, echar la siesta ¡jajaja!, alguna todavía falta por llegar ya que se ha atrevido a hacer la larga. De repente aparece una reportera a entrevistarme, y después ya sí, por fin, una buena ducha para quitar todo el mejunje que llevo encima y a comer paella, que hoy nos la hemos ganado.
Amaya
